viernes, 21 de septiembre de 2012

Tampoco importa

Pensé que nos daríamos suficiente para toda una vida pero yo siempre quise un poco más, nunca tuve bastante para sentirme bien. Ahora veo como todo se derrumba, como el pasado ya no es lo que solía ser... Como se agrietan los contornos de nuestros sueños... Y me da en las entrañas que lo siguientes pasos ya han sido caminados, que nada queda para nosotros, que nos hicieron defectuosos.

Pensé que no me cansaría de que me hicieses daño, que siempre me gustaría sentirme vivo en tus venganzas y poder devolverte el favor con lluvia y amargura enlatada. Ya no creo en la mayoría de cosas en las que creí, ya no hace falta, pero se que un día dentro de muchos años sentiré que algo no me pesa, y te echaré de menos. 

Tu manera de caminar precipitada. La mía, de extremos y torcida, nos juntaba en las frases cortas, en las miradas  de los que ya saben que no bailan...
Nos reconocíamos entre las sabanas... nunca amé con tanta rabia, nunca bebí con tanta paciencia, nunca pensé que me quedaría tanto tiempo. Creí que estaba de paso y pasaron años.

¿Cómo con todo el corazón me quedé tan escaso?, quizás no hubiese tanto y sólo era orgullo de sangre. Pensé que la duda era eterna y que eso nos haría vivir para siempre, pero nada se para por el miedo. Y me da que no te conocí, sólo te gasté.

Pienso en el momento inmediato, no puedo pensar ya de otra manera... Y ya no importan muchas cosas, eso no es justo... pero tampoco importa.




No hay comentarios: