domingo, 20 de marzo de 2011

... Y ESO HACE QUE VALGA LA PENA

Trabajo cada día en no entender este mundo, en no querer ser parte de este cadáver resucitado... Por eso cuando pienso que puedes ser un eslabón más, me arrojo a un mar alto, a una noche baja, a una luna de hielos y agujeros... Pero eso sería imposible, tu nunca fuiste una esquirla de hueso, tu eres corazón de un viaje que esta naciendo y que baila trepidante, que siente valiente cada paso... Liberando energía, desdoblando mi alma en un duelo a muerte... En un enfrentamiento de coraje, de primera sangre y único amarre.
Si pudiera poner bajo tu piel cada fotograma que me ha hecho sentir libre y vaciar en tus ojos y labios cada nota que me ha hecho reconocerme en la inmensidad lo haría sin dudarlo... Así te vería fuerte y orgullosa de mis alardes y mis acentos, y no me sentiría quimérico... experto en molinos, exento de suelos a los que fijarme para no salir huyendo...
Me esfuerzo en darme cuenta que el mundo puede ser un lugar mejor... mejor que un cadáver resucitado... porque encuentro belleza en sonrisas que no me pertenecen y amor en cuerpos a los que me gustaría pertenecer... Pero sobretodo me esfuerzo porque tu eres el eslabón que hace funcionar el engranaje, haces que la maquina sea una emoción, haces que no importe que el universo se expanda, mucho menos que se contraiga... Y eso hace que valga la pena.